viernes, 6 de mayo de 2005

La Casa Gugalun, de Peter Zumthor



Una vieja alquería de las montañas de Suiza, que durante generaciones perteneció a una familia de granjeros alpina, fue recientemente heredada por sus descendientes contemporáneos. Los herederos, que ahora viven en la ciudad, encargaron al arquitecto suizo Peter Zumthor modernizar la casa para poder pasar sus vacaciones, con la petición expresa de "no perder su magia".

Gugalun significa "mirando a la luna". Es el nombre de la casa que fue construida por una familia de granjeros sobre la falda norte de una montaña en el cantón de Grisons. La larga vida de Gugalun, que data de 1709, ha estado ligada a la vida serena de las sucesivas generaciones de la familia. Hoy día, los descendientes directos tienen un ritmo de vida muy distinto, una velocidad de vida determinada por tener el trabajo y la casa en la ciudad. Sin embargo, aunque sus vidas sean tan radicalmente diferentes, la familia contemporánea desea seguir con la historia sus antepasados y con la historia de la casa cuando pasen allí sus vacaciones. Se trata de una reconciliación con casi tres siglos memorias, precisamente la magia que, en 1990, pidieron al arquitecto que se preservase.
La vida en el cantón suizo se caracterizaba por la severidad que está presente en la vieja Gugalun. La granja es un modelo típico de la tradición de Grisons, una construcción formada entretejiendo inmensos maderos y que está acondicionada térmicamente por un primitivo hipocausto, es decir, mediante la técnica romana consistente en hacer circular aire previamente calentado con fuego hacia una gran estufa de piedra. Estas cualidades son hábitos de una austeridad espartana que trae consigo la apreciación de valores atemporales. Los clientes resumieron este sentir del tiempo cuando explicaron al arquitecto que la familia tenía que encender el fuego y entonces esperar para que el agua se calentase.

La magia de la propuesta
La solución de Zumthor para la conversión trata con respeto todas estas características. El acceso a la vivienda continúa estando por el mismo sendero inclinado por el que los granjeros subían y bajaban a pié. Ya en la casa, y compartiendo un mismo tejado de cobre, sólo se ha añadido aquello que faltaba para alcanzar los estándares contemporáneos; una cocina moderna, un baño y un aseo, dos habitaciones con mayor iluminación, y un adicional hipocausto. La elección de yuxtaponer, más que integrar, lo nuevo con lo viejo procede del respeto por las características y las técnicas de la construcción original. Dentro de diez años, cuando el sol haya oscurecido los nuevos maderos entretejidos con los viejos, podremos comprobar que esta aspiración se ha conseguido.
Por carecer de importancia histórica y por encontrarse en malas condiciones, la vieja cocina fue el lugar escogido para intervenir. La necesaria ampliación de la casa se realizó allí, a lo largo de la ladera de la montaña, por lo que el estar que mira al valle pudo mantener su posición original. La distribución interior de la casa presenta también yuxtaposiciones al entrelazar habitaciones. La planta baja está concebida como una secuencia desde la vieja sala de estar a la nueva cocina, atravesando el pasillo perpendicular que contiene a la nueva escalera. En la primera planta, dos dormitorios, un baño y una sala de lectura fueron añadidos como espacios concatenados y divididos por puertas correderas.
Un intenso sentir del tiempo está presente en la casa, en los contactos directos con la naturaleza y con la arquitectura que evocan el modo de vida de sus habitantes, y en el detalle preciso de las uniones entre lo viejo y lo nuevo que Zumthor consigue por su sensibilidad y por su previa educación como ebanista.
De la misma manera que los descendientes recuperan el sentido del modo de vida de sus antepasados lejanos, Zumthor ha conseguido construir una ampliación de una casa que, con el paso del tiempo, envejecerá de forma natural para ser parte de la historia del lugar, tan serena como mirando a la luna.

Pie de fotos.
a. Peter Zumthor (n. 1943), arquitecto. (Fotógrafo: Hélène Binet)
b. Fotografía de la casa Gugalun y la familia de granjeros en 1927.
c. Dentro de diez años, el sol habrá oscurecido los nuevos maderos que están entretejidos con los viejos. (Fotógrafo: Henry Pierre Schultz)
d. Planta baja.
e. Planta primera.
f. Vista interior del salón en la parte vieja con la estufa de piedra. (Fotógrafo: Shigeo Ogawa)
g. La nueva sala de lectura en la planta primera. (Fotógrafo: Shigeo Ogawa)

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